Canguele, eso es lo que me provocó esta curiosa foto ( y a la vez escalofriante ) que en una aburrida mañana del 4 de Enero de 2009 encontré :
Debido al espacio limitado del Panteón Santa Paula, en Guanajato, México, los cuerpos de los pobres permanecían enterrados sólo cinco años, a menos que sus parientes pagasen por la tumba. Los cadáveres de los que no habían pagado se los desenterraba y quedaban así colgados, en los pasillos, como si fueran impermeables en una percha. Imaginad que os hicieran pasar de noche, en la oscuridad, por el medio de ese pasillo.
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