El perro saluda a su dueño :
“aquí estás, aquí estás”.
El perro saluda a su sueño :
“aquí estás, aquí estás” .
Al ver a los otros,
el perro dijo :
“aquí estás, aquí estás”
Igual al ir en el coche,
Cuando vio a su querido amigo
y el aire singular.
“no hay quién lo eduque”, explicó
su dueño, y decía la verdad.
Porque de vez en cuando le oía
decir : “aquí estás, aquí estás”,
veía al tiempo infinito
pasar, pasar,
el tiempo , todo entero
y en él, su dueño, su dueña
el amigo, la amiga
pasar pasar, todo confuso
“aquí estás, aquí estás”
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