Abre los ojos para que vuelva a oir el mar
domingo, 27 de enero de 2008
Una joya que ha iluminado el destino
Dicen que el destino sostiene el timón de nuestras vidas, la casualidad es capaz de lo mejor y de lo peor, quizá solo seamos conscientes de todo lo malo que nos pasa, pero no apreciamos lo realmente bello que puede ser el destino. Lo fabuloso que resulta pensar que cualquier detalle de tu vida puede encaminar tu razón a una habitación dorada donde alguien entra y encuentra una caja fuerte. La caja fuerte que todos tenemos en el pecho, nuestro corazón. El destino es tan bello y tan absurdo a la vez. La caja dorada. Esa caja dorada que tanto nos golpean, de forma injusta, esa caja que en tantas ocasiones han intentado abrir a la fuerza, con unas llaves falsas. ¿ De qué vale un corazón custodiado por una caja sin cerradura? Así nos hemos sentido todos alguna vez. Han jugado con nuestros corazones, pero ninguno de esos juegos ha significado lo más bello que mueve a las personas. Estamos degenerados, por las costumbres, el dinero, la competencia, pero aún palpita lenta y silenciosamente los designios tan inexplicables e irracionales de algo tan simple y complicado como el corazón. Cuando crees que toda la esperanza está perdida y que no vas a encontrar a nadie que tenga esa llave silenciosa que encaja en nuestras cajitas doradas, custodiadas por unos candados que se endurecen con el paso de los años, llega como si bajara un ángel del cielo una joya que te da esperanzas, que te hace pensar que la vida es más bella de lo que parece porque subsisten los pequeños detalles. Ya no estamos para grandes ocasiones ni para glorias que nos inspira la juventud. Quizá nadie me vaya a entender . Seria como preguntarle al cielo qué es lo que ve, pero lo hacemos y sabemos que está ahí. Es ese inmenso cosquilleo en el pecho que te hace sentir libre, se te dibuja una sonrisa de tonto aunque estés pasando el peor de los momentos. Pero ¿Sabemos sentirlo? Quizá nunca has mirado a una mujer y te has sentido frágil, vulnerable ni te has visto reflejado en sus ojos. No has sentido un fuego fatuo que te quema el corazón al verlos. Te transporta a un lugar al que solo se llega volando, pero no podrás nunca hacerlo solo. No has pensado que si existe un Dios ha puesto un ángel en la Tierra para ti, para que te levante de las profundidades del averno y te abra con su mirada las puertas del infinito .La belleza la he visto en tus ojos, pues estos me han abierto las puertas del corazón. De los ojos puede nacer un arcoiris y llenar la vida de colores. Tus ojos... son el más bello poema, la más bella canción .Sonarán flautas de plata y trompetas de oro para decir, ya no puedo escapar," soy un preso de mi propia soledad".
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