Seamos sinceros. La verdad es que nunca me ha dado por leer seriamente poesía, ni tan siquiera algo para mi aburrido y con una pizca de interés como puede ser la Biblia, pero hoy, viendo una película en casa, llamada Secretos de Familia ( película que , por cierto, es realmente mala , entre otras cosas porque aparece un Mr.Bean serio y aburrido, entre otras cosas ) , en la que el autor principal lee un fragmento del " Cantar de los cantares " antes de hacer el amor con su mujer. La verdad es que fue lo mejor de la película, no por la voz del que dobla al actor inglés, ni por la escena en sí ( bastante cutre besando el tipo solo a su mujer en el hombro ), pero la cita que hizo al Cantar de los Cantares me gustó mucho porque realmente el contenido era precioso. Lo gracioso de todo esto y el motivo del título de este escrito es sencillo : No sabemos apreciar aveces lo que tenemos o lo que la vida nos ofrece y nos damos cuentas en cosas tan burdas y estúpidas como una película mala. Que simple somos en verdad .Este es el fragmento :
He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa;
Tus ojos entre tus guedejas como de paloma;
Tus cabellos como manada de cabras
Que se recuestan en las laderas de Galaad.
Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas,
Que suben del lavadero,
Todas con crías gemelas,
Y ninguna entre ellas estéril.
Tus labios como hilo de grana,
Y tu habla hermosa;
Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo.
Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería;
Mil escudos están colgados en ella,
Todos escudos de valientes.
Tus dos pechos, como gemelos de gacela,
Que se apacientan entre lirios.
Hasta que apunte el día y huyan las sombras,
Me iré al monte de la mirra,
Y al collado del incienso.
Toda tú eres hermosa, amiga mía,
Y en ti no hay mancha.
Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía;
Ven conmigo desde el Líbano.
Mira desde la cumbre de Amana,
Desde la cumbre de Senir y de Hermón,
Desde las guaridas de los leones,
Desde los montes de los leopardos.
Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía;
Has apresado mi corazón con uno de tus ojos,
Con una gargantilla de tu cuello.
¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía!
¡Cuánto mejores que el vino tus amores,
Y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas!
Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa;
Miel y leche hay debajo de tu lengua;
Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.
Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía;
Fuente cerrada, fuente sellada.
Tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves,
De flores de alheña y nardos;
Nardo y azafrán, caña aromática y canela,
Con todos los árboles de incienso;
Mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas.
Fuente de huertos,
Pozo de aguas vivas,
Que corren del Líbano.
Levántate, Aquilón, y ven, Austro;
Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas.
Venga mi amado a su huerto,
Y coma de su dulce fruta.
Seguir comentando este poema y decir que es realmente bello sería algo bastante redundante. Mejor callar y sentirlo.
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